Martes, 9 de septiembre


Tres horas de barco para llegar a Deedugone, un pueblecito al sur de Ahlaekyun. Nos estamos quedando en una casita donde vive el personal local, a escasos 100 metros del mar. Antes había 3 hileras de casitas de bambú y multitud de palmeras, ahora desde la puerta de la casa se ve el mar. Caminando por la playa una nena de unos ocho añitos me regaló unas conchas de mar. A pesar de la destrucción el lugar es increíblemente bonito. Huele a mar, a pescado seco, a fresco y a bebé. Hay niños por todas partes. Uno de los médicos de Save the Children nos contaba cómo extrañamente muchos niños y bebés han sobrevivido el ciclón mientras que sus padres no. La familia cercana se hace cargo de los niños o las comunidades se organizan para cuidarlos. En muchas ocasiones una pareja que ha perdido a todos sus hijos se hace cargo de niños que han perdido a sus padres. 

No hay comentarios: